Tarde
- Matías Alba
- 23 oct 2018
- 1 Min. de lectura

Ya es tarde. Muy tarde.
Te hubieses acordado antes.
Tendrías que haber abierto los ojos (y el corazón) y haberte dado cuenta.
Ahora no sirve tus lágrimas derramadas ni tus arrepentimientos.
Capaz que más adelante -o en otra vida- pueda perdonarte. Hoy no.
Tuve mis errores, lo sé, pero no lo merecía.
Esas acciones nunca las superaré y mis heridas no podrán cicatrizar.
Te deseo suerte, desde lo más profundo del alma, pero cada uno transitará por diferentes caminos.
Vos elegiste cuál tomar y espero que no te hayas equivocado.
Si me fallabas, no había vuelta atrás. Ya lo sabías.
Me brinde pura y totalmente por vos. No entiendo cómo pudo pasar.
Creo que nunca lo podré comprender.
Acá llegó la despedida.
Te recordaré, con el corazón desquebrajado, pero lo haré.
Chau.
Hasta nunca.

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