Pasado
- Matías Alba
- 9 abr 2018
- 1 Min. de lectura

El pasado acompaña como un capricho del destino. Siempre estará en la sombra del alma. Infinitamente.
Es un hacedor de recuerdos, vivencias y carencias. Nunca hay que observarlo de reojo ni rehusarse de su historia.
Solamente hay que tratar que las oscuridades no regresen y que la parte dañina del pasado no influya ni se adueñe del presente.
Lo vivido (absolutamente todo) es parte de uno y es inevitable tratar de borrar lo escrito.
Sin embargo, en la vida siempre existen dos caminos y cada uno tiene la libertad de optar por cuál transitar. Puede ser que el pasado elegido tiña de oscuro el presente, como también, está la otra elección: vivir el "hoy y ahora" y que sea de la mejor forma posible. Sin miedos ni fantasmas.
Cada opción se encuentra en las manos de cada uno.
Y en cada vida.
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