Las "claves del éxito"

Agarrarse un testículo (pero que sea el derecho), tocar madera (pero que tenga cuatro patas), tocarse un pecho (del mismo lado que el testículo), caminar para atrás luego de ver un gato negro, hacer “cuernitos” o hasta invocar -tres veces seguidas- al genial músico Osvaldo Pugliese. Todas esas.....¿payasadas?, son las que la gente......¿incrédula?, realiza cuando tiene a la maldición cerca o acechándola.

Sí, suena raro, sin embargo existe mucha cantidad de personas que le dan un valor paranormal a determinadas acciones u objetos. Pasar por debajo de una escalera, volcar la sal, nombrar alguna persona que, supuestamente, envía la mala suerte con llamarlo o el pobre felino, que sólo por tener su pelaje oscuro brinda nada menos que ¡siete! años de frustraciones.

No obstante, creo que es más increíble escuchar que hay individuos que le echan la culpa a esos hechos de ser los causantes de peleas con gente querida, de tener un día para el olvido en el trabajo, de rendir mal un parcial o hasta de que salga mal un proyecto.

Simplemente, espeluznante. Ah, sin olvidarme que también envía rayos malignos los pelirrojos, rengos, algunas flores, las tijeras abiertas y hasta nombrar a la víbora. Sin palabras.

Buscar explicaciones es muy difícil, pero me preocupa la falta de seguridad en sí misma que tiene toda esa gente.

Pero.......uy, qué barbaridad todas las maldiciones que invoqué en esta nota. ¡Qué terrible! Entonces, por consiguiente, para las personas que se creen todo esto, este blog tendrá un problema técnico irreparable y el que escribe tendrá a la parca a cuestas. Bueno señoras y señores, me voy a bañar en vinagre para tratar de zafar, pero por las dudas, aprovecho para despedirme de todos mis seres queridos, antes de que se me caiga un piano de cola en la cabeza o que un avión aterrice en mi habitación.

#Claves #Éxito